Un cigarrillo tiene más de cuatro mil sustancias tóxicas. Si una
mujer fuma durante el embarazo, cada inhalación significa una
disminución en el flujo de la sangre que llega hasta el bebé a través de
la placenta, mermando también los nutrientes para su crecimiento
normal. Por eso, la recomendación es dejar de fumar en cuanto la mujer
sepa que está embarazada. Pero hasta ahora no había suficiente evidencia
respecto de los beneficios que el abandono de este hábito podía tener
en el bebé.
Un estudio de la U. de Southampton (Reino Unido) revela por primera
vez esos datos: demostró que si una mujer deja de fumar antes de la
novena semanas de embarazo, puede tener hijos tan sanos como aquella
mujer que nunca ha fumado.
La investigación revisó 50 mil embarazadas controladas en ocho años
en el Hospital Princesa Ana del Reino Unido. Ellas fueron divididas en
siete grupos: las que nunca fumaron, las que dejaron el hábito más de un
año antes de embarazarse, las que se embarazaron al año de dejar de
fumar, las que dejaron el cigarrillo apenas supieron de su condición,
las que siguieron fumando menos de 10 cigarrillos al día, las que
fumaron entre 10 y 20 cigarrillos diarios y aquellas que fumaban más de
esa cantidad. Al momento de dar a luz, los investigadores descubrieron
que no hubo mayor diferencia entre las que dejaron el cigarro antes de
las nueve semanas y aquellas que nunca fumaron.
Según explicó a La Tercera Nick Macklon, autor del estudio,
las madres que nunca fumaron tuvieron hijos que en promedio pesaron
3.430 kg., mientras que las que dejaron de fumar en cuanto supieron de
su condición, tuvieron hijos de 3.450 kg. "Ahora podemos dar pruebas
fehacientes de que dejar de fumar antes de embarazarse o apenas se
enteran de esta condición, es beneficioso para el bebé", dijo.
Además, los bebés de estos dos grupos no sólo tuvieron un peso similar, sino que también una circunferencia craneana parecida.
En cambio, los hijos de aquellas que fumaron 10 cigarros al día
pesaron 3.240; los de las que fumaron entre 10 y 20, 3.170; y los hijos
de las que fumaron más de 20 cigarros pesaron 3.110 kilos. Al final, la
diferencia entre las que no fumaron y aquellas que fumaron 20
cigarrillos al día es de 300 gramos.
Que un bebé tenga bajo peso al nacer está relacionado con muerte
infantil, y enfermedades durante los primeros meses de vida, además de
riesgo de sufrir incapacidades a largo plazo.
Los datos, dijo Macklon, deben animar a tomar nuevas iniciativas para prevenir este hábito antes y durante el embarazo.
Hipertensión y diabetes
Según el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Ginecología y
Obstetricia, Hernán Muñoz, hasta la semana nueve el feto esta en un
período de formación de órganos y aun cuando, ya está en contacto con la
sangre materna y expuesto a los tóxicos con los que ella se relaciona,
es tras este período cuando comienza a crecer, madurar e incrementar su
peso. "Además de la disminución de peso, el tabaco causa alteraciones en
el desarrollo del sistema nervioso central e incluso puede generar
enfermedades como hipertensión y diabetes cuando ese niño sea adulto",
indicó Muñoz.
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