Por razones que todavía no están del todo claras, a medida que las personas envejecen, las arterias se vuelven más rígidas por la acumulación de calcio, el que se va adhiriendo en ellas, engrosándolas e impidiendo un adecuado flujo sanguíneo. Por ahora, se sabe que una falla renal o enfermedades como la diabetes o la hipertensión hacen que el calcio no se pueda expulsar de todo el organismo y se pegue a las arterias, provocando lo que se conoce como arteriosclerosis. Preocupado por revertir o prevenir este mal en pacientes con insuficiencia renal crónica (IRC), desde hace dos años, el doctor Luis Michea, director del laboratorio de Fisiología Integrativa del Centro de Estudios Moleculares de la Célula (CEMC), está estudiando las razones que expliquen el fenómeno y buscando alguna terapia que alivie el problema.
Para ello, centró su atención en la staniocalcina, una hormona presente en los peces y que se sabe desde hace poco más de 10 años que también está en los mamíferos, aunque hasta ahora no se sabía cuál era su función.
Michea y su equipo descubrieron que en los mamíferos, humanos incluidos, esta hormona se origina en la capa endotelial de las arterias y su función es formar células musculares. Sin embargo, en ciertas situaciones, en lugar de crear músculos, crea células óseas que se adhieren a las arterias, calcificándolas. La persona es diagnosticada entonces con arteriosclerosis.
Los científicos chilenos también demostraron que existen tres condiciones que facilitan la formación de esta capa de calcio: una enfermedad renal, exceso de vitamina D en la sangre y exceso de fósforo en la dieta (alta cantidad de proteínas, preservantes, por ejemplo).
Terapia
El equipo del doctor Michea ahora está trabajando en una terapia que regule esta hormona, a fin de prevenir la calcificación y revertir el daño. Michea y su equipo ya han realizado las primeras pruebas y actualmente están en la etapa de recolección de muestras de sangre de pacientes con enfermedad crónicas.
Serán varios cientos de pacientes de ambos sexos y con edades que van desde los 18 hasta los 70 años, quienes se someterán al innovador tratamiento. "La idea es revisar el nivel que tienen de esta hormona en la sangre y compararla con el grado de calcificación arterial que presentan", dijo Michea. Tras eso, el equipo de expertos probará un tratamiento para revisar qué ocurre cuando se incorporan anticuerpos que bloquean esta hormona en animales. De encontrar un mecanismo que efectivamente impida la formación de calcio en las arterias, se probará en humanos y se iniciará el desarrollo de un fármaco.
La investigación está bastante adelantada. Por ahora, se está probando en un grupo pequeño de pacientes renales crónicos y en dos años debiera estar terminado.
Otro fármaco
En su búsqueda por mejorar la arteriosclerosis, antes de esta investigación, el especialista analizó las propiedades de un reconocido compuesto que ya lleva más de 35 años en el mercado, la espironolactona.
Utilizado comúnmente como un diurético, este medicamento es un antagonista de la aldosterona, una hormona producida por el riñón para regular la presión sanguínea. "Nos dimos cuenta que este remedio bloquea la calcificación arterial. Lo probamos en modelo experimental celular y animal y funcionó. También en personas", indicó.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por vuestra visita y comentarios. Thank you for your visit and comments.