PARÍS.- Un simple examen de la vista podría ser un método no invasivo
para detectar indicios del mal de Alzheimer, según los primeros
resultados reportados por científicos de Australia.
Aunque sólo se han hecho pruebas en unas cuantas personas y se necesita más investigación, los experimentos tienen una base sólida: se sabe que el Alzheimer causa cambios en los ojos, no sólo en el cerebro. Otros científicos en Estados Unidos también están trabajando en un examen ocular para detectar la enfermedad.
Un estudio separado encontró que algunas caídas podrían ser otra señal temprana de la dolencia. Aquellas personas que parecían tener una mente sana pero que se descubrió que tenían placas ocultas obstruyéndoles zonas del cerebro eran cinco veces más propensas a caerse durante el estudio que quienes carecían de estos depósitos cerebrales, un sello distintivo del mal de Alzheimer.
Ambos estudios fueron analizados el domingo en Francia durante el Congreso Internacional de la Asociación de Alzheimer.
Más de 5,4 millones de estadounidenses y 35 millones de personas en todo el mundo padecen la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia. No tiene cura y los medicamentos sólo alivian temporalmente los síntomas, por lo que la detección temprana ayuda sobre todo a los enfermos y a sus familias a prepararse y organizar los cuidados que recibirá el afectado.
Las tomografías cerebrales pueden encontrar pruebas de Alzheimer una década o más antes de que cause problemas de memoria y de pensamiento, pero son demasiado caras e imprácticas para su uso rutinario. Un simple examen de la vista y señales de advertencia como las caídas podrían ser de gran ayuda.
El estudio ocular requiere fotografiar los vasos sanguíneos en la retina, la capa nerviosa que recubre la parte trasera del ojo. La mayoría de los oftalmólogos ya tienen cámaras para ello, pero se necesita un programa especial de computadora con el fin de medir los vasos sanguíneos para las pruebas experimentales que los médicos están utilizando en la investigación del Alzheimer, dijo el director del estudio, Shaun Frost, de la agencia nacional australiana para la ciencia, CSIRO.
Los investigadores compararon las fotos de la retina de 110 personas sanas, 13 personas con Alzheimer y 13 personas con deterioro cognitivo leve o "pre-Alzheimer". Estos últimos participaban en un estudio más amplio sobre el envejecimiento.
La anchura de ciertos vasos sanguíneos entre los enfermos de Alzheimer era diferente de los vasos de los demás, y el monto de diferencia coincidía con la cantidad de sedimento detectado en las tomografías cerebrales.
Frost dijo que hay planes para la realización de más estudios en grupos más grandes para ver cuán precisa puede ser la prueba.
Aunque sólo se han hecho pruebas en unas cuantas personas y se necesita más investigación, los experimentos tienen una base sólida: se sabe que el Alzheimer causa cambios en los ojos, no sólo en el cerebro. Otros científicos en Estados Unidos también están trabajando en un examen ocular para detectar la enfermedad.
Un estudio separado encontró que algunas caídas podrían ser otra señal temprana de la dolencia. Aquellas personas que parecían tener una mente sana pero que se descubrió que tenían placas ocultas obstruyéndoles zonas del cerebro eran cinco veces más propensas a caerse durante el estudio que quienes carecían de estos depósitos cerebrales, un sello distintivo del mal de Alzheimer.
Ambos estudios fueron analizados el domingo en Francia durante el Congreso Internacional de la Asociación de Alzheimer.
Más de 5,4 millones de estadounidenses y 35 millones de personas en todo el mundo padecen la enfermedad de Alzheimer, la forma más común de demencia. No tiene cura y los medicamentos sólo alivian temporalmente los síntomas, por lo que la detección temprana ayuda sobre todo a los enfermos y a sus familias a prepararse y organizar los cuidados que recibirá el afectado.
Las tomografías cerebrales pueden encontrar pruebas de Alzheimer una década o más antes de que cause problemas de memoria y de pensamiento, pero son demasiado caras e imprácticas para su uso rutinario. Un simple examen de la vista y señales de advertencia como las caídas podrían ser de gran ayuda.
El estudio ocular requiere fotografiar los vasos sanguíneos en la retina, la capa nerviosa que recubre la parte trasera del ojo. La mayoría de los oftalmólogos ya tienen cámaras para ello, pero se necesita un programa especial de computadora con el fin de medir los vasos sanguíneos para las pruebas experimentales que los médicos están utilizando en la investigación del Alzheimer, dijo el director del estudio, Shaun Frost, de la agencia nacional australiana para la ciencia, CSIRO.
Los investigadores compararon las fotos de la retina de 110 personas sanas, 13 personas con Alzheimer y 13 personas con deterioro cognitivo leve o "pre-Alzheimer". Estos últimos participaban en un estudio más amplio sobre el envejecimiento.
La anchura de ciertos vasos sanguíneos entre los enfermos de Alzheimer era diferente de los vasos de los demás, y el monto de diferencia coincidía con la cantidad de sedimento detectado en las tomografías cerebrales.
Frost dijo que hay planes para la realización de más estudios en grupos más grandes para ver cuán precisa puede ser la prueba.
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