NUEVA YORK.- Sólo detrás del agua, el té es el bebestible más consumido
en el mundo. Lleno de antioxidantes, vitaminas y otros compuestos, el té
ha sido vinculado por una serie de estudios al reforzamiento de las
funciones inmunológicas y la reducción del daño de las células.
Algunas investigaciones sugieren que el té incluso puede prevenir caries, mejorar los niveles de azúcar en la sangre y también proveer beneficios cardiovasculares.
Sin embargo, en muchas partes del mundo es costumbre servir el té con leche. Científicos recientemente se sorprendieron al descubrir que la leche le quita al té algunos de sus beneficiosos efectos.
En un estudio publicado en el "The European Heart Journal", los investigadores reunieron a 16 personas adultas y saludables para darles té negro recién hecho, con un poco de leche o sólo agua hervida, para luego medir los efectos en las funciones vasculares.
Comparado con el agua hervida, el té negro "mejoró significativamente" las funciones arteriales, "mientras que la adición de la leche completamente menguó los efectos del té".
Los científicos repitieron pruebas similares con roedores y tuvieron los mismos resultados, que especulan podría ser resultado de proteínas presentes en la leche que neutralizarían los antioxidantes. "La leche actúa en contra los efectos favorables a la salud del té en las funciones vasculares", escribieron los investigadores.
Otro estudio buscó determinar si el efecto sólo estaba limitado a productos lácteos, pero no fue así, ya que las proteínas en la leche de soya tenían el mismo efecto en los antioxidantes del té.
Algunas investigaciones sugieren que el té incluso puede prevenir caries, mejorar los niveles de azúcar en la sangre y también proveer beneficios cardiovasculares.
Sin embargo, en muchas partes del mundo es costumbre servir el té con leche. Científicos recientemente se sorprendieron al descubrir que la leche le quita al té algunos de sus beneficiosos efectos.
En un estudio publicado en el "The European Heart Journal", los investigadores reunieron a 16 personas adultas y saludables para darles té negro recién hecho, con un poco de leche o sólo agua hervida, para luego medir los efectos en las funciones vasculares.
Comparado con el agua hervida, el té negro "mejoró significativamente" las funciones arteriales, "mientras que la adición de la leche completamente menguó los efectos del té".
Los científicos repitieron pruebas similares con roedores y tuvieron los mismos resultados, que especulan podría ser resultado de proteínas presentes en la leche que neutralizarían los antioxidantes. "La leche actúa en contra los efectos favorables a la salud del té en las funciones vasculares", escribieron los investigadores.
Otro estudio buscó determinar si el efecto sólo estaba limitado a productos lácteos, pero no fue así, ya que las proteínas en la leche de soya tenían el mismo efecto en los antioxidantes del té.
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