Con el aumento de la temperatura y la llegada del período más caluroso del año, también aumenta la búsqueda de información sobre una condición clínica que pocas personas conocen.
La hiperhidrosis es una condición caracterizada por la sudoración excesiva en áreas localizadas del cuerpo a menudo causada por trastornos endocrinológicos, neurológicos y/o infecciosos. Además, se sabe que es el resultado de una hiperestimulación de las glándulas sudoríparas y que puede ser gatillada por estrés o emociones.
TIPOS DE HIPERHIDROSIS
El tipo más frecuente de hiperhidrosis es la axilar ya que alcanza el 51% de los casos. Esta afecta a los jóvenes a partir de la pubertad, provocando que la persona se sienta incómoda.
"Evitar el contacto social, no dar la mano, cambiarse de ropa más de una vez al día, son algunos de los rituales con los que estas personas deben cumplir todos los días", afirma el dermatólogo Rodrigo Loubies de la Clínica Orlandi.
Pero, además de las axilas, la hiperhidrosis también se puede desarrollar en otras áreas del cuerpo.
"La hiperhidrosis palmar y plantar suele afectar a los niños desde edades tempranas convirtiéndose en un verdadero problema. Aprender a escribir y utilizar cierto tipo de calzado, es un motivo de vergüenza que persiste en la adolescencia", señala el Dr. Loubies.
Un tercer grupo de pacientes está constituido por los que sufren hiperhidrosis cráneo-facial, y por lo general se trata de personas adultas. "En algunos casos, con los cambios hormonales de la menopausia, se gatillan casos muy molestos de sudor en cabeza y rostro, lo que lleva muchas mujeres a buscar un tratamiento", relata el Dr. Loubies.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Würzburg en Alemania, se estima que el 73% de las personas que sufren de hiperhidrosis se sienten emocionalmente perjudicados y socialmente afectados.
Este mismo estudio dio como resultado que un 67.5% de las personas manifestó sentirse obstaculizado al conocer a personas por primera vez, un 55.1% limitado para desarrollar relaciones con otras personas y alrededor de 50% se siente incómodo al dar la mano y estar en lugares públicos.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
A pesar de ser una enfermedad más severa en los hombres que en las mujeres, son ellas las que consultan más frecuentemente acerca de tratamientos para este trastorno. La gran mayoría de las personas que padecen esta afección, la sufren en silencio.
La clave del tratamiento para la hiperhidrosis radica en el correcto diagnóstico médico y es por ello que es muy importante la consulta con un dermatólogo, especialista indicado para evaluar el cuadro y definir el tratamiento adecuado.
Los tratamientos son múltiples, y varían según la severidad y forma de presentación del cuadro.
Los desodorantes y antitranspirantes constituyen el primer tratamiento recomendado luego del diagnóstico, pero puede resultar insuficiente en los casos más severos de hiperhidrosis. Además, pueden causar irritaciones que obligan a suspender su uso.
También se pueden tomar unos comprimidos orales o anticolinérgicos que disminuyen la sudoración, muchas veces sin resolver el problema, por lo que es un método con uso limitado. Además, produce efectos colaterales como sequedad en zona de la boca, y nariz, visión borrosa entre otros.
Según estudio presentado por un grupo de médicos chilenos en el World Congress of Dermatology 2007, la Toxina Botulínica Tipo A es actualmente un tratamiento muy efectivo para la hiperhidrosis focal.
La aplicación de botox es uno de los métodos más novedosos y efectivos para el tratamiento de esta enfermedad, especialmente en la zona de las axilas, que ya cuenta con la aprobación de organismos reguladores como la FDA en Estados Unidos y el ISP de Chile.
El procedimiento es mínimamente molesto y en el tratamiento de la hiperhidrosis axilar no suele requerir ningún tipo de anestesia. Para el tratamiento de la hiperhidrosis palmar, se debe utilizar anestesia regional, pues es un área muy sensible.
"Los resultados se hacen notorios en tres a siete días. La duración es variable en cada paciente, en Chile el promedio de duración de los efectos en el tratamiento de las axilas es 10 a 12 meses. Un tercio de los pacientes resuelve su problema en forma definitiva", señala la Doctora Michèle Robles, coautora de este estudio.
La hiperhidrosis es una condición caracterizada por la sudoración excesiva en áreas localizadas del cuerpo a menudo causada por trastornos endocrinológicos, neurológicos y/o infecciosos. Además, se sabe que es el resultado de una hiperestimulación de las glándulas sudoríparas y que puede ser gatillada por estrés o emociones.
TIPOS DE HIPERHIDROSIS
El tipo más frecuente de hiperhidrosis es la axilar ya que alcanza el 51% de los casos. Esta afecta a los jóvenes a partir de la pubertad, provocando que la persona se sienta incómoda.
"Evitar el contacto social, no dar la mano, cambiarse de ropa más de una vez al día, son algunos de los rituales con los que estas personas deben cumplir todos los días", afirma el dermatólogo Rodrigo Loubies de la Clínica Orlandi.
Pero, además de las axilas, la hiperhidrosis también se puede desarrollar en otras áreas del cuerpo.
"La hiperhidrosis palmar y plantar suele afectar a los niños desde edades tempranas convirtiéndose en un verdadero problema. Aprender a escribir y utilizar cierto tipo de calzado, es un motivo de vergüenza que persiste en la adolescencia", señala el Dr. Loubies.
Un tercer grupo de pacientes está constituido por los que sufren hiperhidrosis cráneo-facial, y por lo general se trata de personas adultas. "En algunos casos, con los cambios hormonales de la menopausia, se gatillan casos muy molestos de sudor en cabeza y rostro, lo que lleva muchas mujeres a buscar un tratamiento", relata el Dr. Loubies.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Würzburg en Alemania, se estima que el 73% de las personas que sufren de hiperhidrosis se sienten emocionalmente perjudicados y socialmente afectados.
Este mismo estudio dio como resultado que un 67.5% de las personas manifestó sentirse obstaculizado al conocer a personas por primera vez, un 55.1% limitado para desarrollar relaciones con otras personas y alrededor de 50% se siente incómodo al dar la mano y estar en lugares públicos.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
A pesar de ser una enfermedad más severa en los hombres que en las mujeres, son ellas las que consultan más frecuentemente acerca de tratamientos para este trastorno. La gran mayoría de las personas que padecen esta afección, la sufren en silencio.
La clave del tratamiento para la hiperhidrosis radica en el correcto diagnóstico médico y es por ello que es muy importante la consulta con un dermatólogo, especialista indicado para evaluar el cuadro y definir el tratamiento adecuado.
Los tratamientos son múltiples, y varían según la severidad y forma de presentación del cuadro.
Los desodorantes y antitranspirantes constituyen el primer tratamiento recomendado luego del diagnóstico, pero puede resultar insuficiente en los casos más severos de hiperhidrosis. Además, pueden causar irritaciones que obligan a suspender su uso.
También se pueden tomar unos comprimidos orales o anticolinérgicos que disminuyen la sudoración, muchas veces sin resolver el problema, por lo que es un método con uso limitado. Además, produce efectos colaterales como sequedad en zona de la boca, y nariz, visión borrosa entre otros.
Según estudio presentado por un grupo de médicos chilenos en el World Congress of Dermatology 2007, la Toxina Botulínica Tipo A es actualmente un tratamiento muy efectivo para la hiperhidrosis focal.
La aplicación de botox es uno de los métodos más novedosos y efectivos para el tratamiento de esta enfermedad, especialmente en la zona de las axilas, que ya cuenta con la aprobación de organismos reguladores como la FDA en Estados Unidos y el ISP de Chile.
El procedimiento es mínimamente molesto y en el tratamiento de la hiperhidrosis axilar no suele requerir ningún tipo de anestesia. Para el tratamiento de la hiperhidrosis palmar, se debe utilizar anestesia regional, pues es un área muy sensible.
"Los resultados se hacen notorios en tres a siete días. La duración es variable en cada paciente, en Chile el promedio de duración de los efectos en el tratamiento de las axilas es 10 a 12 meses. Un tercio de los pacientes resuelve su problema en forma definitiva", señala la Doctora Michèle Robles, coautora de este estudio.
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