miércoles, 12 de diciembre de 2007

La frambuesa negra previene el cáncer de esófago

NUEVA YORK (Reuters Health) - Las personas con irritación crónica de esófago por reflujo del ácido estomacal, un problema llamado síndrome de Barrett, mejorarían si comen frambuesas negras, sugirió un estudio presentado en la sexta Conferencia Internacional Anual sobre Fronteras en la Prevención del Cáncer.

El encuentro está auspiciado por la Asociación Estadounidense de Investigación del Cáncer.

Las personas con síndrome de Barrett tienen entre 30 y 40 veces más riesgo de desarrollar cáncer de esófago, una enfermedad mortal con poca sobrevida, dijo la doctora Laura A. Kresty, de la Ohio State University, en Columbia.

Estudios previos demostraron que incorporar frambuesas negras, que tienen propiedades antioxidantes, a la alimentación de animales inhibe la aparición de cáncer bucal, esofágico y de colon inducidos químicamente.

Esa fruta reduce el daño del ADN y controla el crecimiento de células tumorales y de indicadores de estrés oxidativo. Los pacientes con el síndrome sufren "mayor estrés oxidativo", explicó Kresty.

A partir de esto, el equipo dirigido por Kresty le indicó a 20 hombres y mujeres con esa condición que comieran 32 o 45 gramos (mujeres y hombres, respectivamente) diarios de frambuesas negras congeladas concentradas, durante 26 semanas.

"Esta composición de la frambuesa negra es alta en antioxidantes y vitaminas, minerales y fibra", destacó Kresty.

Tras 26 semanas, los pacientes sufrieron una reducción estadísticamente significativa de los niveles promedio de 8-Isoprostano en orina, un indicador de estrés oxidativo, como del daño del ADN, dos procesos relacionado con la aparición del síndrome de Barrett y de cáncer esofágico.

Asimismo, en el 37 por ciento de los pacientes, la frambuesa negra en la alimentación aumentó la expresión de los niveles titulares de una enzima clave, llamada GSTpi, que elimina las sustancias cancerígenas.

Esta enzima suele estar en menor proporción en el tejido de pacientes con síndrome de Barrett que en el tejido de personas sanas.

Para Kresty, los resultados demuestran que "los pacientes pueden modificar las vías de aparición del cáncer".

El doctor William G. Nelson, de la Johns Hopkins University en Baltimore, que moderó la conferencia de prensa sobre alimentación y prevención del cáncer, coincidió con la investigadora. "La dieta es uno de los grandes factores de riesgo modificables", dijo.

"Una persona ingiere alrededor de 0,70 kilos de alimentos por día, lo que es una mezcla química increíblemente compleja, de modo que, en ese sentido, no nos sorprende que existan elementos en la dieta que puedan ser dañinos y otros que puedan brindar protección y prevención".

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