De hecho, los expertos creen que la mayoría de los casos de infertilidad debido a desórdenes en la ovulación en las mujeres saludables se podrían evitar a través de una modificación en la dieta y en el estilo de vida.
"El mensaje (...) es que las opciones dietarias y de estilo de vida que escogen las mujeres mientras buscan concebir pueden impactar profundamente en su fertilidad", dijo a Reuters Health el doctor Jorge E. Chavarro, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, quien trabajó en el estudio.
El patrón alimenticio vinculado a la fertilidad se caracteriza por un consumo mayor de grasas monoinsaturadas en lugar de grasas trans y una ingesta superior de proteínas vegetales en vez de proteínas animales.
Además, es conveniente que las mujeres coman carbohidratos de bajo índice glucémico, como los cereales integrales, una cantidad moderada de lácteos con mucha grasa, multivitaminas y el hierro de vegetales y suplementos, informó el equipo de Chavarro.
Los patrones de conducta que promueven la fertilidad son: el consumo moderado de café y alcohol, realizar una importante cantidad de actividad física y no fumar.
Durante ocho años, Chavarro y sus colegas evaluaron la dieta y el estilo de vida de 17.544 mujeres mientras intentaban quedar embarazadas o lograban concebir. Ninguna de las participantes tenía antecedentes de infertilidad.
Según el equipo, la mayor adherencia a una alimentación para la fertilidad estuvo asociada con un menor riesgo de infertilidad debido a problemas de ovulación y, en menor medida, a otras causas.
Los investigadores también hallaron, en línea con estudios previos, que un mayor peso corporal aumentaba el riesgo de infertilidad debido a inconvenientes con la ovulación.
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