El Trastorno Afectivo Estacional (TAE) es una depresión que se manifiesta durante el invierno y se repite año tras año en la misma época y se genera por el cambio de luz al que se ven expuestas personas cuando se acerca la llegada del invierno.
Así lo explicó el psiquiatra y director del Centro de Enfermedades del Ánimo, doctor Danilo Quiroz.
El facultativo expresó que "lo que distingue al TAE de otro cuadro depresivo, es que las personas se deprimen sistemáticamente en el invierno, sufriendo esta patología año tras año en esta época. Esta depresión tiene que tener cierta intensidad, no es sólo sentirse más 'bajoneado'".
Las personas que padecen TAE presentan un ánimo persistentemente malo, trastornos en el sueño y del apetito, baja en sus niveles de energía, cambios importantes en el peso, tristeza y disminución de su autoestima. Además, estos síntomas permanecen en el tiempo, y a su vez, generan un grado de disfunción en las actividades cotidianas, tanto en el ámbito académico, laboral o personal.
Para un correcto diagnóstico de la enfermedad es importante evaluar si existen los síntomas mencionados y si éstos son persistentes en cada invierno. En dicho caso, lo más recomendado es acudir a un especialista que oriente y dé tratamiento.
Quiroz afirmó que teniendo un diagnóstico claro, una buena alternativa es comenzar con un tratamiento farmacológico preventivo, de manera de tratar a la persona antes de que comiencen a manifestarse los síntomas.
"Cuando la luz empieza a cambiar en marzo o abril (inicio otoño) y hasta agosto o septiembre (inicio primavera), el uso de medicamentos puede ser una buena alternativa para las personas que sufren TAE. Hay estudios que demuestran que los pacientes que están con tratamiento farmacológico tienen menos depresión que aquellos que no lo hacen o toman otro tipo de antidepresivos", sostuvo el especialista.
Así lo explicó el psiquiatra y director del Centro de Enfermedades del Ánimo, doctor Danilo Quiroz.
El facultativo expresó que "lo que distingue al TAE de otro cuadro depresivo, es que las personas se deprimen sistemáticamente en el invierno, sufriendo esta patología año tras año en esta época. Esta depresión tiene que tener cierta intensidad, no es sólo sentirse más 'bajoneado'".
Las personas que padecen TAE presentan un ánimo persistentemente malo, trastornos en el sueño y del apetito, baja en sus niveles de energía, cambios importantes en el peso, tristeza y disminución de su autoestima. Además, estos síntomas permanecen en el tiempo, y a su vez, generan un grado de disfunción en las actividades cotidianas, tanto en el ámbito académico, laboral o personal.
Para un correcto diagnóstico de la enfermedad es importante evaluar si existen los síntomas mencionados y si éstos son persistentes en cada invierno. En dicho caso, lo más recomendado es acudir a un especialista que oriente y dé tratamiento.
Quiroz afirmó que teniendo un diagnóstico claro, una buena alternativa es comenzar con un tratamiento farmacológico preventivo, de manera de tratar a la persona antes de que comiencen a manifestarse los síntomas.
"Cuando la luz empieza a cambiar en marzo o abril (inicio otoño) y hasta agosto o septiembre (inicio primavera), el uso de medicamentos puede ser una buena alternativa para las personas que sufren TAE. Hay estudios que demuestran que los pacientes que están con tratamiento farmacológico tienen menos depresión que aquellos que no lo hacen o toman otro tipo de antidepresivos", sostuvo el especialista.
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